La igualdad, es un concepto que ha causado más de una guerra, hoy disfrutamos de una “igualdad de oportunidades” bajo la ley, ¿la realidad?, todo depende del contexto social, político y económico del país donde uno nazca, al igual del lugar en especifico, no es una sorpresa que la mayoría de los que nacen pobres, se quedan pobres, debido a que nunca tienen la oportunidad de se supone tienen garantizados, al igual pasa con la gente pudiente, los “ricos”, nacen ricos y muy probablemente serán ricos por generaciones, sin importar, claro, de donde venga ese dinero. ¿Cuando el dinero hace la diferencia?

No es sorpresa de nadie cuando se le da un trato diferente a ciertas personas, dependiendo del uniforme o gafete o lo que los distingan, serán tratados diferente, no es lo mismo traer placas de diputado o de diplomático que algunas regulares, no es lo mismo traer un atuendo del clero que uno de estudiante, ¿cuándo un atuendo hace la diferencia entre un trato y otro?

Pero ¿que pasa con la igualdad entre hombres y mujeres?, sabemos que no somos iguales, somos físicamente diferentes, somos mentalmente y sicológicamente diferentes, hay diferencias notables en el comportamiento y en la visión de las cosas, de eso no hay duda, pero sin embargo somos iguales ante la ley y de pronto la mujer siente que debe seguir el ejemplo de los hombres y abarcar también sus profesiones, dicen que “la mujer que aspira a ser como el hombre, aspira a muy poco”, cierto muy cierto, deben de aprender de nuestros errores, empezar a tener memoria histórica y hacer el motor de esta sociedad machista, sin llegar a ser feminista [todos los extremos son malos] y sin perder su feminidad, que es parte de su ser yparte del encanto con el que nos hechizan...